Berna es la capital de Suiza, declarada Patrimonio de cultura mundial por la UNESCO desde 1983.
Lo que más nos fascinó fue el paseo desde las orillas del río Aare  hasta adentrarte en el casco antiguo de la ciudad cruzando el puente del  río Aare que abraza la ciudad.
En el río se encuentra Bärengraben o la fosa de los osos, rodeada por árboles en un amplio espacio de acceso gratuito.
En el casco antiguo encontramos bares, pubs y boutiques a ambos  lados. Una de las cosas más llamativas es que algunas de ellas se  encuentran en las bóvedas de los sótanos.
Y otra, que puedes andar por toda la ciudad sin mojarse en los días de lluvia, ya que cuenta con 6 kilómetros de soportales.
También hay irresistibles tiendas de chocolate dónde se venden por peso en enormes trozos.
En esa misma calle principal, es dónde se sitúa la casa de Albert  Einsten y al final de la calle, encontramos la famosa torre del reloj  “Zytglogge”. Pasando también por unas bonitas fuentes que no te dejan  indiferente.
El transporte público y las vías del tranvía que pasan por la ciudad  son increíbles, pero Sondemar os aconseja conocer el casco antiguo en un  paseo, realmente bonito!
También podemos visitar el Jardín de las Rosas o “Rosengarten” con  más de 220 famílias diferentes, de muchísimos colores y desde dónde se  pueden obtener unas vistas maravillosas de la ciudad y dónde destaca la  torre de su catedral.
 
 
 
